Me gustaría aquí dejar una reflexión sobre la situación por la que atraviesa el sector de la importación de vehículos en España. Recientemente se ha observado un incremento en el número de profesionales de la importación de coches de Alemania gracias a la creciente demanda de coches de segunda mano procedentes de este país. Este hecho ha permitido la entrada al mercado de nuevos agentes de la importación que, no obstante, ya no necesitan dominar el idioma del país de origen ni tener conocimientos sobre la legalidad de los contratos, o sobre la documentación que se maneja durante el proceso de gestión. Basta con tener una atractiva y bien posicionada página web para poder codearse con la competencia.

La gran mayoría de estos profesionales genera recursos desde el minuto 1 con la compra de coches de Alemania sin apenas inversión. En muchos casos se cobra por anticipado la gestión de importación, y en otros se solicita el importe íntegro de la compraventa para terminar manejando un volumen que realmente no les corresponde. Existe por ello un gran desconocimiento sobre los procedimientos de la gestión de importación por parte de la mayoría de clientes, quienes aceptan normalmente estas condiciones sin preguntarse si son o no las habituales en estos casos. Estos intermediarios de la importación de coches de Alemania se aprovechan de la buena fe del consumidor y en muchos casos esta actividad genera fraudes que ensucian la imagen del sector.